Dos bombas explotaron durante una manifestación kurda en Turquía, matando a dos personas e hiriendo a más de cien, en un hecho que el presidente Tayyip Erdogan describió como una «provocación», pensada para perturbar la paz antes de las elecciones parlamentarias del domingo.
Las explosiones tuvieron lugar en una manifestación que congregó a miles de personas en apoyo del Partido Democrático del Pueblo (HDP) de cara a las elecciones en Diyarbakir, la ciudad más grande del sudeste de Turquía, una zona eminentemente kurda.
Las primeras informaciones aseguraban que se había producido una detonación, pero una fuente de seguridad de alto rango dijo que había explotado una segunda bomba.
Las autoridades señalaron como causa en un principio a un transformador eléctrico defectuoso en el lugar de la manifestación, pero descartaron más tarde esa posibilidad.
Guy Martin, un fotógrafo británico que presenció lo ocurrido, dijo a Reuters que las explosiones habían tenido lugar con cinco minutos de diferencia – la primera en una papelera arrancada y la segunda frente a un generador eléctrico. Tras las detonaciones, vio a una persona que había perdido la pierna y a varias con heridas de metralla.
«Fue un ruido que retumbó en mi interior, me dio un vuelco el corazón», dijo de una de las explosiones. «Lo más aterrador fue la aglomeración de gente. Era el caos, no podía moverme, todo el mundo entró en pánico».
«La policía empezó a disparar gases lacrimógenos a la gente que estaba ayudando a los heridos o huyendo, eso encendió la situación», añadió. «La gente está enfadada. Quiere venganza».
Las explosiones mataron a dos personas e hirieron a más de cien, dijo Erdogan en una entrevista con la cadena de televisión ATV, en la que previamente dirigió sus condolencias a los familiares de las víctimas.