Diez pequeños cocodrilos, llegados desde Suecia, fueron entregados a un criadero en Cuba con la esperanza de fortalecer la especie y mantener la descendencia de una pareja nacida en la isla que el ex presidente Fidel Castro regaló a un cosmonauta soviético en la década de 1970.
Las crías, transferidas desde un zoológico de Suecia en abril, fueron llevadas el jueves a un criadero del Parque Nacional Ciénaga de Zapata, en la región occidental de Cuba, después de cumplir un período de cuarentena en La Habana.
Los científicos esperan preservar la especie que está en peligro de extinción por la pérdida del hábitat y el cruzamiento con el cocodrilo americano.
«Ellos pueden ser una fuente de genotipo para ayudar a preservar la especie», dijo Etian Pérez, un biólogo que trabaja en el criadero de la Ciénaga de Zapata, donde habitan entre 4.000 y 5.000 cocodrilos cubanos.
Cada año sueltan en los criaderos muchos cocodrilos, que según los científicos, están listos para vivir en condiciones salvajes. Los cocodrilos cubanos pueden crecer entre 2,5 y 2,8 metros de largo.
Pérez dijo que se estima que actualmente hay entre 6.000 y 8.000 cocodrilos silvestres y los funcionarios de parques cubanos están tratando de evitar que el número disminuya.
Los cocodrilos cubanos están concentrados en el parque nacional en la costa sur de Cuba y en la Isla de la Juventud, más al sur de la isla caribeña, y prácticamente no ofrecen ninguna amenaza para los seres humanos», dijo Pérez.
«Al contrario, los seres humanos son una amenaza para ellos», afirmó.
PARQUE NACIONAL CIÉNAGA DE ZAPATA, Cuba (Reuters)