El pequeño niño marfileño de ocho años descubierto en mayo dentro de una maleta en la frontera española, podrá reunirse con su madre ya que las pruebas de ADN demostraron su filiación, indicó el viernes el abogado de la familia.
«Vamos el lunes a por el niño» a Ceuta, el enclave español en el norte de Marruecos, indicó Juan Isidro Fernández Díaz a la AFP.
El pequeño Adou Ouattara fue descubierto el 7 de mayo en una maleta por la Guardia Civil en el puesto fronterizo entre Marruecos y Ceuta, acompañado por una joven mujer.
Unas horas más tarde, su padre fue detenido cuando intentaba cruzar la frontera, por haber tratado de hacer pasar ilegalmente a su hijo.
El pequeño fue internado en un centro de acogida para menores, esperando poder reunirse con su madre Lucie Ouattara, instalada legalmente en Fuerteventura, una isla del archipiélago español de las Canarias, frente a las costas de África Occidental.
El padre, Ali Ouattara, se encuentra detenido provisionalmente. Habitualmente reside en Fuerteventura, de manera legal.
Su mujer se había reunido con él en esta isla hace un año con su hija de 11 años. Otro de sus hijos trabaja en la provincia de Murcia (sureste de España).
Adou se quedó en Costa de Marfil, en el pueblo de Assuefry (noreste), con su abuela y su hermano Michael. En 2014 la abuela falleció y Ali Ouattara solicitó un permiso de residencia para el niño, en virtud de la reagrupación familiar, según el abogado.
Pero el permiso fue denegado porque su sueldo no alcanzaba el mínimo exigido por ley, 1.333 euros (1.500 dólares) mensuales. Adou solo ganaba 1.275 euros.
Los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en el norte de Marruecos, son punto de entrada de numerosos inmigrantes irregulares que tratan de acceder a Europa por vía terrestre o lanzándose a cruzar el Mediterráneo con ayuda de pateras.
Madrid, España | AFP