El Papa Francisco designó el viernes al primer auditor general del Vaticano, en una nueva medida para asegurar la transparencia de las finanzas de la Santa Sede tras la serie de escándalos en las que han estado envueltas.
Un comunicado señaló que Francisco eligió para el cargo a Libero Milone, un italiano de 66 años que fue presidente ejecutivo de la firma de auditoría global Deloitte en Italia.
El cardenal George Pell, jefe de la Secretaría para la Economía del Vaticano, ha dicho que el auditor general será autónomo, que responderá solamente al Papa, y que será libre de «ir a todas y cada una» de las áreas de la Santa Sede a revisar las finanzas y gestión de cualquier departamento.
Milone nació en Holanda y tiene experiencia contable en importantes firmas de Gran Bretaña, Italia y Estados Unidos. También trabajó como auditor para el Programa Mundial de Alimentos de la ONU con sede en Roma y para gigantes italianas como la automotriz Fiat y el grupo de telecomunicaciones Wind.
Como resultado de la campaña de limpieza en el sector financiero, el banco del Vaticano, que se ha visto envuelto en numerosos escándalos en el pasado, inició un proceso para eliminar cualquier tipo de abuso en la administración de fondos.
Formalmente conocido como Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco ha ajustado los estándares regulatorios y cerrado miles de cuentas que estaban inactivas o no cumplían con los nuevos requisitos a clientes.
Reformar el banco y otros departamentos del Vaticano a cargo de las finanzas de la Iglesia católica es uno de los temas más sensibles que enfrenta el Papa en su búsqueda por transparentar a la compleja administración de la Santa Sede, conocida como Curia.
Francisco, que ha hecho de la limpieza financiera un objetivo de su papado, designó al australiano Pell para realizar una reforma profunda en las finanzas del Vaticano, que durante años fueron controladas por un grupo reducido de funcionarios italianos.
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters)