China no abandona la esperanza de encontrar a gente con vida en el barco de turistas naufragado el lunes, pero el río Yangtsé no lo está haciendo fácil, como tampoco las lluvias, que no cesan en esa parte del país.
Cuatrocientas cincuenta y seis personas viajaban en el Estrella Oriental y, 48 horas después de que volcara en cuestión de un minuto a causa de un tornado, la mayoría de ellas continúan desaparecidas.
A pesar del enorme despliegue de efectivos un ejército de unos 4,600 policías, bomberos, militares y voluntarios, además de 180 buzos, la situación cada vez es más difícil para encontrar sobrevivientes.
Las condiciones meteorológicas han provocado que los buzos que investigan las profundidades del río tengan una visibilidad reducida, según comentó un militar apellidado Zhang, que ha estado participando en las tareas de rescate.
Para contrarrestar el efecto de las lluvias, las autoridades decidieron ayer cerrar algunas esclusas de la presa de las Tres Gargantas, situada río arriba, en un intento de que el caudal del Yangtsé no suba.
Las autoridades tratarán de abrir un agujero rectangular de unos 55-60 centímetros en parte de la quilla del barco que sobresale del río, pues se cree que en esa parte pudo quedar aire atrapado y, por lo tanto, posibles personas aún con vida.
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