El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, admitió el miércoles que durante su campaña electoral de 2013 recibió fondos de empresas ligadas al peor escándalo de corrupción de las últimas dos décadas, aunque aseguró que desconocía el origen de los recursos.
Un desfalco de 200 millones de dólares del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) ha sacudido a la empobrecida nación centroamericana, donde miles de ciudadanos han salido a las calles para protestar mientras la oposición exige la renuncia del mandatario.
Hernández hizo esta revelación luego que las investigaciones indicaran que el IHSS realizó compras con sobreprecios a empresas existentes y otras creadas especialmente por funcionarios del propio organismo, dejando un rastro de cheques con los que se adquirieron costosas propiedades y autos de lujo.
«De esos recursos (de campaña) entiendo yo, por lo que me ha informado la gente de contabilidad del Partido Nacional, no sé si llega si acaso a los tres millones de lempiras (147.783 dólares)», dijo el mandatario conservador a periodistas, reconociendo que algunos de esos cheques acabaron en las arcas del partido.
«Yo, Juan Orlando, no tengo nada que ver (con el escándalo de corrupción en el IHSS)», enfatizó. Y agregó que su Gobierno está interesado en que el episodio se esclarezca y los responsables sean condenados.
Hace dos años, Hernández desplegó una multimillonaria campaña electoral con la que logró imponerse por estrecho margen a la candidata izquierdista, Xiomara Castro, quien denunció fraude en el proceso.
El saqueo del IHSS, que tiene 1,6 millones de asegurados, se produjo entre 2010 y 2014, cuando el país era gobernado por Porfirio Lobo, del mismo Partido Nacional y cuyo hijo fue detenido recientemente en Haití acusado de narcotráfico.
TEGUCIGALPA (Reuters)