Este martes 2 de junio, Miguel Ángel Cárdenas se despidió del mundo.
El arquitecto tolimense tomó esta decisión pues sufría de un parkinson degenerativo terminal que le había quitado su calidad de vida. La muerte asistida tuvo lugar en Holanda, país en dónde esa práctica es aceptada y dónde Cárdenas vive desde hace años.
Según la Revista Arcadia, Cárdenas es uno de los íconos del arte performatico en Colombia. Se fue del país hace más de medio siglo, cuando en 1962 se ganó una beca de Colcultura para estudiar en Barcelona.
En el viejo continente cambió su nombre a Michel Cardená, declaró su homosexualidad y se dedicó a explorarla en sus obras. Para él, la sexualidad es casi religiosa: no está asociada al morbo o a lo pervertido.
Su acercamiento ha sido, en todo caso, poético. María Wills, curadora de Calentamientos, dice que Cárdenas presenta el calentamiento de una manera más conceptual, casi banal, o si se quiere, Dadá, describe Arcadia sobre su obra.
La noticia que el artista pidió la muerte asistida ha conmocionado a quienes seguían su obra.
En Bogotá se han hecho cenas y homenajes a su trabajo. Cárdenas no es el primero ni será el último en tomar la decisión de renunciar al sufrimiento de una terrible enfermedad.
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