Nuevas tormentas con hasta casi 20 centímetros de precipitaciones azotaron el norte de Texas durante la noche del jueves, sumando preocupación al estado donde al menos 20 personas murieron por el clima extremo registrado esta semana.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos emitió una alerta de inundación repentina desde el centro de Texas hasta Kansas. Los ríos de Texas, ya en niveles peligrosos, siguen creciendo debido a las lluvias.
Durante la noche del jueves al viernes, el norte de Texas registró casi 20 centímetros de precipitaciones, causando cientos de llamados de emergencia. El lunes habían caído hasta 28 centímetros en el área de la ciudad de Houston, donde más de 4.000 estructuras fueron dañadas por las inundaciones.
Cientos de personas pasaron la noche en refugios en todo el estado ya que las inundaciones convirtieron calles en ríos que arrasaron casas, vehículos y puentes.
La policía y los cuerpos de bomberos fueron llamados para ayudar a cientos de personas atrapadas por las riadas en automóviles y viviendas.
Durante la noche, bomberos del condado de Travis salvaron a 21 personas de una casa flotante a la deriva, mientras que socorristas del condado de Johnson rescataron a 14 conductores y residentes, sin que se informara de heridos entre ellos.
Antes de la tormenta de la noche del jueves, el meteorólogo estatal John Nielsen-Gammon había dicho que el promedio de precipitaciones en todo el estado fue de 7,54 pulgadas (19 centímetros) en mayo, rompiendo el récord de 6,66 pulgadas (17 centímetros) registrado en junio del 2004, según los registros que datan de 1895.
Las nuevas tormentas podrían obstaculizar a rescatistas que buscan a los que fueron arrastrados por el río.
El presidente Barack Obama prometió respaldo federal y dijo que el Gobierno había estado trabajando con funcionarios locales.
No había una estimación de daños disponible para Texas, que posee una economía de 1,4 billones de dólares al año y es la principal fuente doméstica de energía en el país.
DALLAS, EEUU, (Reuters)