La capilla ardiente de Nelson Mandela ha abierto este viernes por tercer y último día para que los ciudadanos tengan la última oportunidad de despedirse de él antes de su traslado a Qunu, donde será enterrado.
Como cada día desde el miércoles, el primer día del velatorio, el nieto del expresidente Mandela ha escoltado el féretro de su abuelo durante todo el trayecto.
No en vano, de acuerdo con la tradición de la rama Thembu del pueblo xhosa, al que pertenece Mandela, un hombre adulto de la familia debe acompañar el cuerpo hasta el entierro.
Los restos de Mandela serán trasladados mañana a la aldea de Qunu, donde el ex presidente pasó su infancia y donde quería ser enterrado.
Ya el domingo, recibirá sepultura en una ceremonia a la que asistirán miles de personas.Antes del entierro el clan al que pertenece tiene que hacer un ritual sobre sus restos mortales, para indicarles a sus antepasados que ha vuelto a casa.
El traslado de Mandela será una ceremonia que combinará la pompa militar de un funeral de Estado con los rituales tradicionales de los xhosa, en el que se sacrificarán un buey y una oveja e incluso se lavará el equipo con el que se cavó la tumba.