El número de personas que padecen hambre en el mundo es inferior a 800 millones, por primera vez desde que se tienen estadísticas, una reducción de casi el 25% en 25 años, gracias a los progresos hechos en América y Asia.
Los datos fueron divulgados este miércoles en Roma por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La entidad estima que «hay unos 795 millones de personas subalimentadas en el mundo, es decir 167 millones menos que hace un decenio y 216 millones menos que en 1990-1992», indica el informe sobre la seguridad alimentaria en el mundo (SOFI 2015).
Según los expertos de la FAO más de la mitad de los países en desarrollo (72 de 129) han alcanzado el objetivo del milenio fijado por la ONU, que consistía en recudir a la mitad el número de personas que padecen hambre en el mundo entre el 2000 y el 2015.
La situación más dramática se registra aún África subshariana, ya que casi un cuarto de su población (23,2%) está subalimentada.
La FAO reconoce que persisten en varias regiones las circunstancias que dificultan la lucha contra el hambre, como las catástrofes naturales, los conflictos, el cambio climático o las crisis financieras.
En total 29 países han cumplido el objetivo más ambicioso establecido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, cuando los gobiernos se comprometieron a reducir a la mitad la cifra absoluta de personas subalimentadas para 2015.
El informe señala que «hubo un progreso muy rápido en América Latina y el Caribe», así como en el Sudeste asiático y Asia Central, en algunas zonas de África, demostrando que el crecimiento económico inclusivo, las inversiones agrícolas y la protección social -junto con la estabilidad política-, hacen posible la eliminación del hambre.
Los expertos de la ONU reconocieron que se trata de un logro importante y advirtieron que las tasas de hambre en los países que sufren crisis prolongadas (debido a una combinación de factores, especialmente desastres naturales y conflictos) son el triple de altas con respecto a otros lugares.
La reducción del número de personas que padecen hambre es significativa también porque la población mundial aumentó de 1.900 millones desde 1990.
Roma, Italia | AFP