La salud de Emma, Valentina, Andrés, Tomás y Gabriel González Villegas, los sextillizos que nacieron el domingo, ha mejorado conforme se acerca el final de esta semana.
Luego de la muerte de su hermano Diego, la tarde del miércoles, sigue la estricta vigilancia sobre ellos en los distintos hospitales, y un equipo, integrado por neonatólogo, enfermero y terapeuta respiratorio, se encuentra al lado de cada uno de ellos.
Según los especialistas, todos están todavía delicados. Esto es usual en bebés así de prematuros, pero su estado de salud ha mejorado. Ya tres de los hermanosEmma y Andrés (en el Hospital México) y Valentina (en el Hospital de la Mujer) pueden consumir gotas de calostro (primer líquido que segregan las mamas tras un parto). Esto les permite a los menores tener los nutrientes de la leche materna.
Se les dan 20 gotas cada tres horas y se monitorea la reacción de sus sistemas digestivos a la leche; si esta no es buena, se regresará a la alimentación parenteral (carbohidratos, proteínas y lípidos administrados por sonda).
Por su parte, Tomás, quien se encuentra en el Hospital Nacional de Niños, es quien ha registrado una evolución mayor pues fue de los más delicados y ya su condición respiratoria es favorable. Tenemos buenas noticias.
Ya está mejor; aún no puede respirar por sí solo, pero hemos logrado disminuir la fuerza de la ventilación porque ya puede hacer más trabajo respiratorio. Todavía necesita ventilación asistida, pero la potencia es menor que la de antes, comentó Jaime Lazo, jefe de la unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Nacional de Niños.
El especialista recalcó que este niño permanece en un monitoreo constante de sus signos vitales y aún no está en condiciones de recibir calostro. Finalmente, Gabriel es quien se encuentra un poco más delicado, pero está bajo supervisión constante en el Hospital México. Madre estable Según Sandra Vargas, jefa de Gineco-Obstetricia del Hospital México, la madre de los menores, Silvia Villegas, se encuentra estable y ya se analiza la posibilidad de darle la salida.
La noticia de la muerte de Diego sí causó un impacto en ella, pero sabe que debe seguir luchando por sus otros cinco hijos. En el centro médico, ella tiene a disposición (si así lo quisiera) atención de psicología y de trabajo social.
Ella aprovecha su tiempo para visitar a los dos hijos que tiene en el Hospital México, y espera conocer pronto a los otros tres.
La Nación