Socorristas buscaban el martes más víctimas del aluvión que arrasó un día antes parte de un pueblo del noroeste de Colombia con 64 muertos contabilizados y un número indeterminado de desaparecidos, en la peor tragedia natural de este tipo en la última década en el país sudamericano.
Con la ayuda de perros y aprovechando una tregua de las fuertes lluvias que caen en la zona desde hace tres días, brigadistas de la Cruz Roja, de Defensa Civil y de los bomberos bajaban por las montañas que bordean la turbia quebrada.
El alud de la quebrada la Liboriana destruyó el lunes un caserío ubicado en la parte alta del municipio de Salgar e inundó con lodo y escombros la zona urbana de este pueblo enclavado en una región montañosa del departamento de Antioquia.
Muchos de los sobrevivientes que perdieron sus casas y sus familiares se unieron a las labores de búsqueda.
El aluvión dejó 542 personas damnificadas, 31 viviendas destruidas y 40 personas heridas, de acuerdo con el reporte oficial de la gubernamental Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Las personas que perdieron sus viviendas, incluyendo decenas de niños, permanecen en albergues provisionales que instalaron las autoridades en un coliseo deportivo y en un colegio, en donde reciben asistencia humanitaria que incluye alimentación.
La tragedia alteró la normalidad de este pueblo de 17.000 habitantes dedicado principalmente a la siembra de café en las montañas de la Cordillera Occidental de los Andes colombianos.
SALGAR, Colombia, (Reuters)