La sonda estadounidense Curiosity descubrió por primera vez en la superficie de Marte evidencia directa de la existencia hace unos 3.600 millones de años de un lago de agua dulce.
Las rocas analizadas contienen trazas de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre, y «proporcionan condiciones ideales para una vida microbiana básica», indicaron los científicos en un estudio publicado en la revista Science y analizado en una reunión de la Unión Geofísica Americana (AGU, por su sigla en inglés) en San Francisco, California.