«Mota libre y autocultivo ya», proclamaba un cartel portado por algunos de los casi un centenar de activistas que el sábado pasado sorprendieron en la ciudad de San José con una marcha para demandar el fin de las prohibiciones al cultivo y consumo de marihuana.
La manifestación fue algo extraño para la capital de la conservadora Costa Rica, donde aún se prohíbe la fecundación in vitro y se niegan derechos civiles a las parejas del mismo sexo, pero puso sobre la mesa un debate que ya resulta ineludible.
Un reciente estudio del estatal Instituto de Alcoholismo y Fármacodependencia (IAFA) reveló que un 5,1% de los colegiales han consumido o consumen marihuana, cifra que representa un fuerte crecimiento con respecto al 3,6% que se registraba en 2013.
En forma coincidente, en los últimos días ingresó al Congreso un proyecto de ley promovido por un diputado oficialista que busca autorizar el cultivo y uso medicinal de esa yerba.
La iniciativa forzó a un debate que ya llegó a los medios de comunicación con una multiplicidad de voces a favor y en contra de un cambio del estatus legal del «cannabis», nombre científico de la marihuana.
El Ministerio de Salud, cuya opinión podría tener un peso importante en la decisión que adopten los legisladores, realiza un estudio del proyecto de ley pero aún no se ha pronunciado, dijo a la AFP la oficina de prensa de la entidad.
En América Latina sólo Uruguay ha legalizado -con restricciones- la producción y el consumo de la cannabis. Otros países como Argentina, Chile, Colombia y la misma Costa Rica prohíben la producción y comercialización de la droga, pero no penalizan la posesión para el consumo personal en pequeñas cantidades.
San José, Costa Rica | AFP