Iván Briceño es un peregrino incansable, desde muy temprano se ubicó frente al altar mayor para venerar a la Santísima Virgen del Trono, en la Basílica Menor Inmaculada Concepción de María de El Viejo.
Junto con él, miles de peregrinos de todo el país y nicaragüenses que viven en el exterior asistieron a la tradicional lavada de la plata, entre ellos objetos sacros como el baldequín, la primera pieza sacra que fue obsequiada a la imagen en 1663. Hoy por hoy es el trono donde ella recibe a sus fieles cada año.
Otras actividades que se hacen junto con la lavada de la plata son la repartición de chicha, tiste y cosa de horno por parte de los promesantes, así como la bendición del agua con la corona que durante el año usó la virgen.
Desde ese trono los promesantes, esperan su bajada, piden rogativas y dan gracias por su poderosa intersección por los milagros obtenidos.
La homilía fue oficiada por el Obispo de la Diócesis de León y Chinandega, Monseñor Bosco Vivas, con la presencia del Nuncio Apostólico, el también representante del papa Francisco en nuestro país.
La imagen de nuestra señora de la Concepción, llegó al poblado de Chamulpa en los dominios del Cacique Agateyte en 1562, desde entonces ha recibido objetos de plata y hoy son pulidos, así como se limpian espiritualmente los promesantes para esperar la Navidad con fe y esperanza en la parte norte del atrio del antiguo templo que data de hace cuatro siglos.
Belkiss Medina
