Desde diciembre del año pasado hasta la fecha, tres recaídas fuertes llevaron a Nelson Mandela al Hospital para ser tratado por infecciones pulmonares.
Su cuarta recaída fue el pasado 8 de junio: las esperanzas estaban puestas que saliera victorioso, sin embargo la salud del hombre de 95 años, muy por el contario se fue deteriorando hasta llegar al desenlace fatal.
El deterioro de la salud de Mandela se mantuvo desde un estado «crítico» hasta una condición «grave pero estable» lo que provocó un cambio perceptible de ánimo en el país, que pasó de las plegarias por su recuperación a preparativos para una despedida afectuosa.
Conocido en el mundo entero como el arquitecto de una transición a una democracia multirracial después de tres siglos de dominación blanca, A Madiba como le conocen en África, prácticamente lo han convertido en un mártir viviente.
El ex presidente luchó durante 67 años contra el régimen racista del ‘apartheid’, impuesto por la minoría blanca de Sudáfrica hasta 1994. Tras pasar casi tres décadas en la cárcel, ‘Madiba’ fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1993 y se convirtió, un año después, en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica.
A lo largo de sus años estrechó las manos de millones de personas sobre todo gente pobre, y a su vez, su lucha y evocación hacia la paz y el perdón le valieron el respeto de cientos de líderes mundiales entre ellos el del presidente de Nicaragua Daniel Ortega quien hace años se reunió con él en Cuba.
Su avanzada edad y su frágil salud lo mantuvieron fuera de la mirada pública y su última aparición se remonta a la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol del 2010 celebrado en Sudáfrica.
Hoy por hoy aunque su presencia física deja de existir, es su legado el que perdurará por siempre.
Grethel de la LLana
