En el informe sobre el ataque del 21 de agosto, Francia dice que los análisis técnicos de los cohetes presentes en el lugar muestran que estos fueron adaptados para ser usados con armas químicas.
Según el documento, el gobierno sirio bombardeó la zona después del ataque para destruir evidencia y demorar la llegada de los inspectores de la ONU.
El informe fue presentado por el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, a los líderes parlamentarios, que reafirmaron la posición del gobierno que sostiene que se debe dar respuesta al uso de armas químicas por parte de Siria.
Sin embargo, el primer ministro dejó en claro que su país no actuará solo y que la respuesta deberá ser firme y proporcional, y no diseñada para sacar del poder al actual gobierno sirio.
Agencias
