Al menos cuatro personas murieron este jueves en Burundi, durante protestas de opositores a un tercer mandato del presidente Pierre Nkurunziza, lo que llevó a la Unión Africana (UA) a declarar que no consideraba la situación «propicia» para celebrar elecciones.
Las manifestaciones son continuas desde el 26 de abril, cuando el presidente fue investido de nuevo candidato por su partido. Al menos 18 personas han muerto hasta ahora.
«El clima no es propicio para unas elecciones», afirmó la presidenta de la comisión de observadores de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma, en una entrevista concedida a la televisión china CCTV, en la que se refirió a los decenas de miles de burundeses que han abandonado el país para huir de la violencia.
«No podemos ir a un país, encontrarnos a refugiados que huyen y decir ‘vamos a observar las elecciones'», explicó.
El jueves por la mañana, en el barrio periférico de Kinama (norte de Buyumbura), un pequeño grupo de manifestantes se enfrentó a partidarios del gobierno, según ellos, miembros de Imboneraukure, la organización juvenil del partido en el poder.
La policía abrió fuego contra los manifestantes, matando a uno de ellos. Los Imboneraukure, que la ONU califica de «milicias» del poder, están acusados de intimidar a los oponentes de Nkurunziza.
Desde que comenzó el movimiento, calificado de «levantamiento» por el gobierno, que se refiere a sus participantes como «terroristas», al menos 18 personas han perdido la vida.
Buyumbura, Burundi | AFP