El último balance oficial muestra que son 14.000 los heridos. Según Naciones Unidas, ocho de los 28 millones de habitantes del país se vieron afectados por el terremoto. Dos personas fueron rescatas a cinco días del sismo.
El último recuento oficial de muertos por el terremoto que el pasado sábado devastó muchas zonas de Nepal superó los 6.200 y el de heridos alcanza casi los 14.000, aunque se estima que esos datos están todavía lejos del total de víctimas, al desconocerse los efectos del sismo en las zonas más remotas del país del Himalaya.
El Ministerio del Interior nepalí situó en 6.204 el número de fallecidos y en 13.932 el de heridos, según el último comunicado difundido hoy a las 8.00 hora local (2.15 GMT).
Sólo en la capital Katmandú, el área más accesible para los servicios de rescate y donde la ayuda humanitaria están siendo distribuida con mayor facilidad, la cifra de muertos alcanzó los 1.106, informó la Policía nepalí a un diario local.
El principal responsable de la ONU y de la operación humanitaria en Nepal, Jamie McGoldrick, manifestó el jueves a la agencia Efe en Katmandú que las víctimas del terremoto en las zonas rurales serán muy superiores a las registradas en la capital y subrayó que era «esencial» sacar la ayuda al resto del país.
«En las zonas remotas donde el terremoto fue realmente más violento el sufrimiento es mucho mayor de lo que estamos viendo aquí, además la infraestructura allí no tiene la misma robustez que aquí, así que cabe imaginar que la cifra de víctimas es mucho más alta», indicó McGoldrick.
El sismo ha ocasionado cerca de 2,8 millones de desplazados en un país con una población de unos 28 millones, según datos de organismos de Naciones Unidas, que estiman que son necesarios durante los próximos tres meses unos 415 millones de dólares en ayuda de urgencia, de los que ya se recibieron más de 22 millones. Además, ocho de los 28 millones de habitantes de Nepal se han visto afectados por la catástrofe, incluyendo 1,7 millones de menores.
La comunidad internacional se movilizó rápidamente y cientos de socorristas extranjeros están buscando supervivientes en los escombros, atienden a los heridos, instalan campos de fortuna o equipos sanitarios.
Dos sobrevivientes, un adolescente de 15 años y una joven, fueron rescatados de los escombros, donde estaban enterrados desde el sábado 25 de abril en la capital, Katmandú, devastada por el sismo.
Estos descubrimientos ofrecen un respiro en una situación muy sombría para Nepal. Los coordinadores de la ayuda han avisado de que ciertos pueblos muy afectados están a cinco días de marcha a pie.
El terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter ha sido el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.
