Framboise Patisserie es una pequeña y elegante pastelería a la que la joven Jamilah DaCosta acudió para una entrevista de trabajo en octubre de 2011. Pero Patty Meimetea, copropietaria del negocio, se negó a ofrecerle el puesto vacante porque, según ella, los dependientes negros ahuyentan a los clientes, informa 'New York Daily News'.
Después de una investigación y de un juicio, la comisión judicial multó a la empresa con 25.000 dólares por discriminación racial y de género, ya que en el anuncio se especificaba que buscaban a "una dependienta".
Según la comisión y la propia DaCosta, la afectada no tuvo ni la oportunidad de mostrar su currículo durante la entrevista, ya que Meimetea inmediatamente empezó a hacerle preguntas sobre su nacionalidad. Al principio DaCosta dijo que era estadounidense, pero la propietaria insistió hasta que la joven afirmó que era de origen jamaicano y libanés.
Meimetea señaló que su marido se enfadaría si contrataba a una negra para un trabajo detrás del mostrador, y añadió que la contrataría si hubiera alguna vacante en la cocina, donde nadie pudiera verla. Además, le propuso a DaCosta buscar empleo en otro establecimiento a cuyos propietarios no les importara el color de la piel de sus trabajadores, y le mostró las fotografías colgadas en las paredes de la pastelería, en las que aparecían únicamente personas blancas.
Los propietarios niegan los comentarios racistas e insisten en que DaCosta miente. Meimetea y su marido, Saputhanthri, el otro propietario del negocio, alegaron que no contrataron a DaCosta porque la plaza ya estaba cubierta, y agregaron que DaCosta no tiene suficiente experiencia.