A algunos les causa repulsión, pero para los científicos les resulta interesante que se haya fabricado una nueva variedad de queso a partir de bacterias de la piel de seres humanos.
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles no tuvieron mejor idea que fabricar un queso con bacterias extraídas de personas.
Es así que a partir de hisopos que fueron frotados dentro de la boca, en el ombligo y los pies de personajes como la microbióloga Christina Agapakis y la artista de fragancias Sissel Tolaas (las mentes brillantes detrás del proyecto), además del escritor gastronómico Michael Pollan y el artista Olafur Eliasson, se pudo producir un queso de aspecto y olor normales. Eso sí: por suerte, la muestra no tuvo degustación.