Como si se multiplicaran los cuerpos, las autoridades mexicanas siguen encontrado fosas clandestinas en las que ya han recuperado 74 cadáveres.
Los 64 cuerpos fueron exhumados de 35 fosas y algunos tienen hasta tres años de haber muerto, según los primeros reportes de investigadores de Jalisco.
Las fosas fueron localizadas como parte de una investigación sobre la detención y desaparición de dos agentes federales. Policías municipales de Michoacán detenidos como parte de la indagatoria dieron información que permitió ubicar las tumbas clandestinas.
Los policías dijeron que entregaban víctimas al cártel de Nueva Generación. Los agentes federales no han sido localizados aún.
Se le adjudica al cártel de Jalisco Nueva Generación la responsabilidad de estos hallazgos.
Estas personas habrían sido secuestradas por este grupo delictivo a fin de provocar miedo entre los ciudadanos en su pugna con el cártel de Sinaloa por ganar el control en la zona.