El volcán Calbuco en Chile lanzó el viernes una nueva columna de humo y cenizas que avanzaba hacia territorio argentino, mostrando una actividad intermitente que llevó a las autoridades a mantener un férreo anillo de exclusión en torno al macizo.
El Calbuco, un macizo de 2.003 metros de altura ubicado en la sureña región de Los Lagos, entró inesperadamente en erupción la tarde del miércoles para acrecentar su actividad con la expulsión de cenizas la madrugada del jueves, lo que se prolongó por algunas horas.
Luego de permanecer en calma durante la noche, el tercer volcán más peligroso en Chile retomó una moderada actividad que podría intensificarse en el transcurso del día.
«Estamos con (emanación) de cenizas, es una situación menor. Pero no es descartable que durante el día, en las próximas horas podamos tener un nuevo pulso (eruptivo)», dijo Rodrigo Álvarez, director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
El Calbuco estuvo dormido por casi medio siglo y su erupción repentina activó un plan de evacuación de más de 4.000 personas y la aplicación de una zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor del volcán.
Tras la erupción del Calbuco, los expertos han identificado la formación de al menos seis cráteres, una señal de la fuerza del fenómeno que también se ha manifestado con una columna de material piroclástico de hasta 17 kilómetros de altitud.
La nube de cenizas llegó la madrugada del viernes de manera incipiente hasta la costera región de Valparaíso, a unos 900 kilómetros al norte del volcán.
En la zona aledaña al macizo, una densa capa de ceniza y piedrecillas cubrió las calles de pueblos, mientras que reportes de radioemisoras mencionaron el desborde de ríos, además del colapso de algunas casas y escuelas por el peso de los residuos sobre sus techos.
La columna de humo también cruzó hasta territorio argentino para alcanzar inicialmente las zonas de Bariloche y Neuquén, lo que ha obligado a la suspensión de vuelos de manera intermitente en Argentina y Chile.
SANTIAGO (Reuters)