La detención de otro jefe narcotraficante mexicano volvió a desatar el miércoles balaceras y bloqueo de carreteras en tres municipios del convulso estado de Tamaulipas (noreste), con un saldo de cuatro policías heridos, informaron autoridades locales.
Al igual que ocurrió el pasado viernes en la ciudad fronteriza de Reynosa (Tamaulipas), los enfrentamientos del miércoles ocurrieron cuando sicarios trataron de rescatar a su jefe, que no fue identificado.
«Elementos de las fuerzas federales detuvieron mediante un operativo especial al presunto jefe de un grupo delincuencial que opera en el municipio de Altamira», al sur de Tamaulipas, reportó en un comunicado el Grupo de Coordinación Tamaulipas, que integra las fuerzas de seguridad desplegadas en esta región.
Tras la captura de ese jefe narcotraficante y de tres de sus cómplices, sicarios tomaron vehículos -algunos de los cuales fueron incendiados- para bloquear accesos viales a los municipios de Altamira, Madero y Tampico «en un intento por evitar que los detenidos fueran llevados a la Ciudad de México», señaló el grupo.
Después de tres horas las autoridades lograron controlar la violencia. «Cuatro elementos de Fuerza Tamaulipas (policías) resultaron heridos, pero ningún ciudadano civil», detalló.
Numerosas localidades de Tamaulipas viven desde hace años con el latente peligro de que se desaten este tipo de enfrentamientos, ya sea entre grupos rivales del narcotráfico o entre éstos y fuerzas de seguridad.
México, México | AFP