96 mujeres, la mayoría paraguayas y peruanas, fueron rescatadas en locales de la capital argentina y sus alrededores donde eran obligadas a prostituirse.
La policía logró la detención de 25 personas y allanó 57 locales.
A raíz de los allanamientos, la alcaldía informó que se le había revocado definitivamente la habilitación a una treintena de bares que funcionaban en realidad como prostíbulos.