El tatuaje que debía ser una muestra de amor por su hija, se ha convertido en una horrible cicatriz para Nicola Hickman, de 37 años, en Inglaterra.
Una reacción alérgica a la tinta roja le ha provocado un terrible bulto y tras intentar retirar el tatuaje quirúrgicamente sufrió una fuerte infección.
Finalmente los médicos, lograron retirar toda la infección dejando la herida abierta y cuidando a cada minuto de que no se infectara. Nicola, ahora, solo tiene una marca en forma de corazón en su tobillo.