El niño de tres años que sobrevivió a la masacre registrada el lunes en Quezaltepeque permanece en manos de la Policía Nacional de ese país.
Su madre está entre los muertos, mientras que su padre habría sobrevivido también según versiones no confirmadas.
Sus padres lo dejaron adentro de la cabina de un furgón, diciéndole que irían a comprar a una gasolinera.
Esa es la versión que el pequeño le contó a la policía. El niño que viste con una camisa a cuadros y jeans aun no ha sido reclamado por familiares.
AGENCIAS