Una publicidad con una foto de una mujer semi desnuda vestida de monja fue retirada de las vallas publicitarias de Napoles, poco antes de la llegada del Papa Francisco.
El anuncio se eliminó tras recibir numerosas quejas y fue reemplazado por uno nuevo con las frases «Perdon» y «Bienvenido a Napoles».
El Sumo Pontífice visitó la ciudad, que padece una grave crisis, para celebrar una misa.
Poco tiempo después celebró un acto en una plaza ante miles de personas, donde afirmó que la ausencia del trabajo está robando la dignidad del pueblo.