Dos hermanos de apellido Martínez venían del municipio de San Lucas, Madriz, y estaban a escasos 20 metros de la terminal de buses de Somoto. Ahí fueron capturados por la Policía Nacional portando un arma de fuego y una cortopunzante.
Las autoridades presumen que los sujetos portaban las armas porque iban a visitar a un sujeto a la cárcel, pero no para llevarle alimentación ni para pasar un rato agradable con él, sino para descargarle balas y puñaladas, pues están seguros que hace unos meses el reo había matado a su papá.
Por su parte, los detenidos aseguran que se trasladaban a la delegación de la institución del orden público a realizar el trámite para obtener un récord policial. Aunque admiten que cargaban las armas, juran que solamente son para protección personal, pues ellos temen que les pase lo mismo que a su progenitor.
Los uniformados indagan si las armas tienen que ver con otros delitos y en dependencia de lo que arrojen las investigaciones, los hermanos serán juzgados o puestos en libertad.
Periodista: Erick Barrantes