El estornudo puede conducir a algo mucho más grave si a mediados de octubre no se resuelven las diferencias entre demócratas y republicanos para subir el techo de la deuda estadounidense y evitar un cese de pagos de la mayor potencia económica del planeta.
Mientras tanto el impacto de un cierre de tres o cuatro semanas sería, según la agencia crediticia Moody´s, un recorte del 1,4% del crecimiento trimestral estadounidense. El analista global del EIU (Unidad de Inteligencia del semanario "The Economist"), Joseph Lake, se mostró más optimista, pero alertó sobre los peligros de un impasse.
"Nosotros creemos que habrá acuerdo en cuestión de días no de semanas, sobre el presupuesto, de manera que, en el peor de los casos, estaríamos hablando de una breve postergación en el consumo de los hogares y las empresas. El gran problema es si no hay acuerdo a mediados de mes sobre el techo fiscal. Eso sí tendrá un fuerte impacto sobre la economía de Estados Unidos y del mundo", señaló Lake.