Los 20 inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) cruzaron la frontera por el paso fronterizo de Masnaa, procedentes del Líbano, comprobó la AFP.
El equipo está encargado de hacer aplicar la resolución de la ONU sobre la destrucción del arsenal químico sirio, una misión muy ambiciosa y peligrosa.
Ya se han realizado otras en Irak y en Libia, pero nunca en plena guerra, y mucho menos en una situación tan compleja campo la siria, donde al menos 115.206 personas han perdido la vida desde marzo de 2011, según reportó este martes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Y los combates no amainan. Este martes, al menos 20 combatientes rebeldes, entre ellos varios yihadistas del Frente al Nosra, murieron en un bombardeo del régimen que intenta abrir un corredor de suministro militar entre el centro del país y Alepo (norte), indicó el OSDH, con sede en el Reino Unido. Según expertos en desarme, Siria posee más de 1.000 toneladas de armas químicas, entre ellas 300 toneladas de gas mostaza y sarín, distribuidas en 45 lugares diferentes.
Los inspectores de la OPAQ llegaron al país al día siguiente de que partieron los expertos de la ONU, que investigaron siete presuntos casos de utilización de armas químicas denunciados por el régimen o la oposición. Entregarán su informe a finales de octubre. Hace unos días estos expertos ya confirmaron el uso de armas químicas en un ataque el 21 de agosto cerca de Damasco que llevó a algunos países, sobre todo a Estados Unidos, a contemplar la posibilidad de una acción militar de castigo.