Buena parte del sur de Estados Unidos se preparaba para temperaturas por debajo de los 30 y 45 grados Fahrenheit (entre -1 y 7 grados centígrados) debido a otro frente frío procedente del Ártico, según las últimas previsiones meteorológicas.
Algunos lugares podrían marcar mínimos históricos para esta época del año, como Nashville y Louisville, en Kentucky, donde los termómetros podrían marcar menos de 10 grados Fahrenheit (-12 grados centígrados).
Se esperaba que las más afectadas durante la noche del miércoles al jueves fueran Virginia Occidental, Kentucky y el suroeste de Ohio, con entre 8 y 10 pulgadas (de 20 a 25 centímetros) de nieve, mientras que Baltimore y Washington recibirían entre 6 y 8 pulgadas (de 15 a 20 centímetros), según el Servicio Nacional Meteorológico.
En los condados de Mississippi se recomendó la apertura de refugios con generadores para dar una opción a los vecinos aparte de sus fríos y oscuros hogares en caso de apagones.
Los expertos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) predijeron que la lluvia se convertiría primero en lluvia helada y después en granizo y nieve en algunas partes de Mississippi. Las escuelas de Texas y Virginia Occidental cerraron el miércoles por la mañana.
La tormenta «podría ser el último coletazo del invierno», dijo Mike Halpert, subdirector del Centro de Predicciones Climáticas del NWS. También el meteorólogo de AccuWeather Alex Sosnowski dijo que sería el «furgón de cola» de este invierno.
Tras la tormenta y quizá varios días fríos durante el fin de semana, las siguientes semanas deberían ser considerablemente más cálidas de los normal para buena parte del país, dijo Halpert. Sin embargo, el Centro de Predicciones Climáticas estimó temperaturas más bajas de lo normal en Nueva Inglaterra.
AP