Durante mucho tiempo, Nicaragua estuvo cercada en el Mar Caribe por el meridiano 82 que Colombia pretendía establecer como frontera.
Pero fue la Corte Internacional de Justicia que estableció que no existía tal frontera, y luego con el fallo el histórico 19 de noviembre de 2012, Nicaragua recuperó mas de 90 mil kilómetros cuadrados.
«Nosotros aspirábamos tal vez a islas, bancos de arena, pero la Corte nos reconoció solo espacios marítimos, pues está bien, nosotros aceptamos el fallo de la Corte», destacaba el experto en derecho internacional, Manuel Madriz.
Tras 11 años de juicio, expertos consideran que además de la razón que tenía el país en base al derecho internacional, la unidad que despertó la defensa de soberanía fue fundamental para tal resultado. Lo primordial y lo más importante fue la sistemática política de Estado que se manejó, señaló el jurista, Fannor Avendaño.
Lo que nadie esperaba era la posición de doble moral que mostraría Colombia, cuando en la cumbre de Río, el entonces presidente Álvaro Uribe dijo que respetaría el fallo.
Uribe luego desconocería el fallo, y el ahora presidente Juan Manuel Santos lo calificaría de inaplicable, muy distinto a la postura de diálogo de Nicaragua.
Sin embargo dicha estrategia colombiana por desconocer el fallo ha fracasado; Nicaragua tras la resolución comenzó a ejercer soberanía en la zona recuperada. No cabe duda que la posición de Colombia corresponde a un juego de interés político-electoral, señalan los expertos.
Pese a la posición de Colombia, las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia son de ineludible cumplimiento, por lo que expertos nacionales como académicos colombianos, han coincidido que tarde o temprano ese país no tendrá más camino que someterse a lo dispuesto por el máximo tribunal.
Periodista: Mario Chávez
