La tragedia que enluteció el fin de semana a Rusia al desplomarse un avión comercial y en el que murieron 50 personas que iban a bordo, ha sido responsabilidad de los pilotos de la aeronave. Así lo han determinado las investigaciones realizadas.
Todo indica que los pilotos hicieron que los motores aceleraran al máximo, lo que provocó que la nariz de la nave se elevara en un ángulo agudo y perdiera velocidad rápidamente.
Entonces la tripulación intentó recuperar impulso haciendo que la nariz del avión descendiera, pero la nave cayó en picada a un ángulo casi vertical hasta estrellarse en el aeropuerto de Kazán.
Agencias
