Honduras va a elecciones aún herida por el golpe de Estado

Cuatro años después del golpe que sacó del poder a Manuel Zelaya, Honduras va a elecciones el domingo padeciendo aún las secuelas: una sociedad polarizada, derechos humanos degradados y una fragilidad institucional que alentó el crimen organizado y la corrupción.

Sigue vigente aquella madrugada del 28 de junio de 2009, cuando una alianza de militares, empresarios y políticos derechistas rompió 30 años de democracia. Los comicios, a los que están llamados 5,3 millones de hondureños, han marcado el resurgimiento de Zelaya con la candidatura de su esposa, Xiomara Castro.

Con una popularidad forjada en las protestas contra el golpe, Castro disputa el poder bajo la bandera de Libertad y Refundación (Libre, izquierda) -fundada por Zelaya al volver del exilio en 2011-, y se encuentra en empate técnico con el aspirante del gobernante Partido Nacional (PN, derecha), Juan Orlando Hernández, según recientes encuestas.

La posibilidad de una victoria de Castro, primera mujer que aspira a la presidencia en Honduras, tornó maniquea la campaña. «Una lucha entre golpistas y antigolpistas».