Los inodoros están todavía fuera de alcance de más de un tercio de la población mundial y esto tiene consecuencias devastadoras para la salud y el desarrollo de los niños, dijo el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en el Día Mundial del Saneamiento. Sin embargo, la clave para la reducción de esta brecha son las propias comunidades, destacó la organización en un comunicado.
Desde 1990, casi 1.900 millones de personas obtuvieron acceso a mejores servicios de saneamiento, pero el total de quienes carecen de este acceso era todavía de un 36% de la población mundial en 2011, o alrededor de 2.500 millones de personas.
«El acceso a un inodoro sigue siendo un secreto innombrable y vergonzoso que afecta incluso a algunos países muy prósperos», dijo Sanjay Wijesekera, jefe mundial de los programas de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF (WASH). «Pero su invisibilidad no significa que sea un problema inofensivo; en realidad, es todo lo contrario. La falta de acceso a los inodoros está matando literalmente a los niños, causando enfermedades a los adultos y ralentizando el progreso, día tras día».
Según las cifras publicadas en septiembre por UNICEF, la falta de acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene es una de las causas principales de la diarrea entre los niños menores de cinco años, y significa la muerte todos los días de aproximadamente 1.400 niños.
UNICEF ha encabezado un movimiento en favor de un cambio social que ha propiciado que más de 25 millones de personas hayan abandonado la práctica de la defecación al aire libre y usen ahora el inodoro. El programa Enfoques de la Comunidad para un Saneamiento Total (CATS) anima a las comunidades a tomar la iniciativa e identificar sus propias medidas para poner fin a la defecación al aire libre, y ha logrado resultados a gran escala.
Pero a pesar de estos éxitos, Wijesekera dijo que los países, las comunidades y los individuos tienen todavía mucho trabajo urgente por hacer, sobre todo para lograr sacar a plena luz ese tema tabú que son los inodoros y la defecación al aire libre, para debatirlo abiertamente y abordar el problema.
Agencias