Carlos Javier González y un vecino conocido sólo como «El Negro» empezaron tomando como amigos de tragos y terminaron como enemigos de muerte en lomas del Memorial Sandino. Específicamente del sombrero del Memorial, 4 cuadras hacia el sur y dos cuadras hacia el este.
Supuestamente uno había venido de Costa Rica y decidieron celebrar su retorno. Sin embargo, todo terminó mal, pues al calor del alcohol se empezaron a agredir y hasta agarraron a hachazos las viviendas. La Policía Nacional se hizo presente al lugar y logró capturar a uno de los borrachos improsultos.
El otro involucrado en el escándalo huyó por el matorral y la Policía por más que lo buscó no lo encontró. Dicen los vecinos que el que escapó recibió un machetazo en la cabeza.
Kastalia Zapata