La serie de Netflix Sex Education siempre ha tenido una premisa clara: escandalizar. O al menos, abordar con una honestidad provocadora temas que por lo general no suelen mezclarse entre sí en un argumento televisivo. Lo erótico, la lujuria, el despertar sexual y la franqueza en el ámbito de lo carnal.
‘Sex Education’ llega a su tercera temporada con toda su frescura y honestidad intacta. Pero además, con la firme intención de profundizar en la historia a un nivel por completo nuevo.
Sex Education es un recorrido sincero por la vida sexual contemporánea que cautiva por su capacidad para hacerse las preguntas correctas. En una época en la que nada escandaliza y todo parece ser del dominio público, ¿qué es íntimo?¿Lo es el sexo? ¿Lo es la necesidad de gratificación emocional?
La serie de Netflix no responde las preguntas –no desea hacerlo –, sino que plantea una cuestión simple: ¿cómo es la vida de un cualquier joven de nuestra época? El resultado es un divertido y brillante recorrido a través de docenas de situaciones distintas que llevan al mismo punto.
El mundo que se descubre, se disfruta y asombra a través de la juventud como un suceso único. La adolescencia como la gran época de todos los descubrimientos. Pero más allá del cliché, se trata también del replanteamiento de la identidad a medida que el autodescubrimiento lo es todo.