El universo de Shrek no solo conquistó corazones con su humor y fantasía, sino que también incorporó elementos del mundo real que lo anclaron en la cultura pop contemporánea.
Una de estas conexiones es la iglesia donde Shrek y Fiona sellaron su amor en la primera película, un escenario que, lejos de ser ficticio, está inspirado en un lugar real; la Iglesia de Grundtvig, en Copenhague, Dinamarca.
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Esta imponente construcción expresionista, erigida en 1940; destaca por su arquitectura singular y por ser uno de los símbolos más reconocidos de la capital danesa. Con sus 49 metros de altura y capacidad para 1800 personas, la iglesia combina elementos góticos y barrocos que la hacen visualmente fascinante.
Su interior, austero pero imponente, contrasta con la extravagancia propia de la saga animada; convirtiéndola en un escenario inesperado para un cuento de hadas.
La magia de Shrek tiene raíces reales
El edificio fue concebido en honor al filósofo danés Nikolai Frederik Severin Grundtvig y comenzó a construirse tras la Primera Guerra Mundial, simbolizando resiliencia y esperanza.
Esta obra arquitectónica también inspiró a otras iglesias, como la Hallgrímskirkja de Reykjavik, Islandia; reforzando su impacto cultural.
El detalle de trasladar esta iglesia al mundo de Shrek, refleja la genialidad de los animadores; quienes lograron amalgamar referencias culturales y arquitectónicas para crear un universo creíble y cercano.
Así, la Iglesia de Grundtvig no solo enriquece la película; sino que también invita a los fanáticos a explorar el trasfondo real detrás de las historias que tanto aman.
Visitar esta joya arquitectónica en Copenhague es una experiencia que transporta a cualquiera al mágico mundo de Shrek, demostrando que incluso en la fantasía, hay raíces en la realidad.
