¿Cómo conectar con una película que no tiene una resolución lineal? Es lo mismo que pasa, a veces, con los poemas. Recaen mucho en la interpretación y en la perspicacia de apreciar la dialéctica. Algo así se siente experimentar la película The Green Knight.
Dirigida por David Lowery, a quien aprecio por su gran obra «A Ghost Story», en esta ocasión se puso modo full experimentación para dar realce a un poema medieval artúrico. Es un filme que exige al espectador concentrarse para verlo, porque su narrativa no es nada convencional y trabaja con simbolismos, o quizás mejor dicho con puestas en escena que transmiten sensaciones.
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La historia no es que sea compleja, pero la forma en que se presenta The Green Knight sí lo es. Ya han habido otras adaptaciones del poema sin autor del cual se basa esta película, pero en esta ocasión es la más «fiel» en ser críptica, misteriosa, fantasiosa y hasta cierto punto, anti-heroica.
La trama que envuelve la aventura surrealista de Sir Gawain es interesante, cautivadora en ocasiones y desafiante en otras; con división de capítulos cuya estructura es bastante independiente del que sigue.
The Green Knight: una aventura surrealista
Pero si hablamos de lo que trata en sí, nos lleva a conocer a un Gawain que no se siente lo suficientemente honorable ni como Caballero ni como sobrino del Rey Arturo; por lo cual no es digno de ser parte de la famosa Mesa Redonda.
Sin embargo, un día de Navidad se le presenta una curiosa oportunidad de mostrar su valía. El Caballero Verde (The Green Knight) llega con un desafío: que alguien le aseste un golpe para que se quede con su gran hacha. Quien accede a la propuesta es Gawain, quien sin pensarlo lo decapita.
Sin embargo, la criatura mitad hombre y mitad árbol se levanta, recoge su cabeza y le dice que el juego comenzó. En 12 meses esperará a Gawain en la Capilla Verde, para devolverle la acción que recién recibió.
Al pasar el año, Gawain emprende la aventura a la Capilla Verde, ya que debe cumplir con lo pactado como todo buen Caballero. Y desde ahí… nos adentramos a distintos parajes de un hermoso reino, con una fotografía bellísima y apasionante.
¿Vale la pena para un cinéfilo?
Desde guiarse con gigantes blancos, conocer zorros que hablan, espíritus del bosque y carroñeros engañosos; la aventura que transcurre en The Green Knight es llamativa. El problema es quizás el ritmo lento y lo desprendido que hay entre un momento y otro, con pocos diálogos y una forma errática de contar el cuento.
Sin embargo, siento que para alguien que estudia el cine como un arte en movimiento; para esos que aprecian la belleza en lo meramente artístico, esta es una propuesta cinematográfica que sí o sí deberían ver.
En mi caso, siento que va más allá de mi capacidad, pero aún así, logro apreciar la magnitud que conlleva esta obra.