Aunque es cierto que la película King Richard tiene una narrativa que hemos visto en muchas ocasiones en el mundo del cine, no deja de ser efectiva y altamente emocional.
Si a esto le sumamos unas muy buenas actuaciones de Will Smith, más dos pequeñas y nuevas actrices con mucho talento por delante; estamos frente a un filme que tiene todas las luces para gustar a las masas y a críticos por igual. Creo que sus posibilidades de Premios Oscar son bastante importantes.
La historia de por sí es una que vale muchísimo la pena conocer, por ser tan extraordinaria como fuente de inspiración, al tener a dos niñas de una parte muy peligrosa de California (Compton) que lograron gracias a persistencia y esfuerzo; convertirse en dos leyendas del tennis mundial.
Y es que todo drama deportivo, género al que pertenece King Richard; tiene esa fórmula de que vemos a sus protagonistas viniendo de menos a más, superando diversos obstáculos hasta ese momento clímax, que será el impasse de una vida normal a una vida de estrellato en el deporte. En ese sentido, la película cumple con todas las casillas.
Una historia para rescatar: King Richard
Venus y Serena Williams desde muy pequeñas tuvieron una formación muy buena por parte de sus padres, siendo Richard ese hombre con un plan específico para ambas; en que no permitiría que no explotaran todo su talento aunque eso le costara lo que fuese.
Pero Richard, a pesar de ser un padre súper dedicado y protector, tampoco es un santo; a como cualquier ser humano. Es cierto que en King Richard no vemos tanto esa parte, pero al menos lo dejan señalado en una que otra discusión; lo cual está bien.
Más bien el filme se va a centrar en las vicisitudes que hay para una familia negra y pobre, en poder tener espacios de entrenamiento, coach y seguimiento a como sí pueden tener familias blancas y adineradas. Para lograr ese fin, el padre tendrá que ser descarado, odioso y a veces hasta prepotente; pero a la vez siendo esa figura para protección y asegurar lo mejor para sus hijas.
La dinámica familiar me parece está muy bien representada, sin caer en tantos clichés y con una naturalidad envidiable; por esa armonía y comunicación palpable entre las demás hermanas Williams y la madre, con una cohesión creíble y que sostiene muy bien el hilo argumental.
Veredicto
King Richard es una película para ver con toda la familia. Funciona como un descanso de ver tantos dramas difíciles o filmes con complejidad artística.
Es un poco de aire fresco que hace bien a la industria y que aunque no tome mayores riesgos, tampoco aburre, es a ratos divertida y tiene un cierre que seguro les tocará el corazón.
