Netflix estrenó El juego del calamar el pasado 17 de septiembre; sin que nadie imaginara que pudiera contar con un éxito tan contundente como el que ha acabado disfrutando.
Al estilo de lo que ocurrió con Gambito de dama (otra serie por la que la plataforma no parecía dar un duro); esta ficción coreana ha ido conquistando a los suscriptores poco a poco, de forma que hoy es un fenómeno mundial y aspira a convertirse en el contenido más visto de la historia de la Netfllix.
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La historia de este concurso tan estrafalario como mortal por su vida ha suscitado reacciones de todo tipo; y algunas no precisamente favorecedoras. Por suerte Netflix ha estado rápida a la hora de contestar.
En el cuarto episodio de El juego del calamar, titulado El equipo es lo primero, asistimos a una pelea sangrienta envuelta en luces parpadeantes. Se extiende del minuto 16 al 20, y las voces críticas hacia esta no han tardado en surgir desde las redes sociales.
“Nadie quiere mirar cortes rápidos, luces parpadeantes y una cámara increíblemente inestable, especialmente cuando se hace mal”, podemos leer en un hilo de Twitter, y no le falta razón: el efecto estroboscópico puede tener efectos tales como malestar, cansancio visual o dolor de cabeza.
Además, este tipo de luces multiplica por tres la posibilidad de sufrir un ataque epiléptico en espectadores fotosensibles.
Netflix se ha visto obligada a rectificar, y ha colocado una advertencia al inicio del capítulo 4 donde se lee “Algunas escenas tienen un efecto estroboscópico que puede afectar a los espectadores sensibles a la luz”.
Sirva para limar asperezas o no, Netflix se ha cubierto las espaldas; y ahora solo queda seguir disfrutando del éxito mientras los creadores se piensan dos veces lo de continuar la historia y se dan otras situaciones rocambolescas.
Por ejemplo, la de aquel tipo cuyo número de teléfono aparece en El juego del calamar; y como resultado ya ha recibido múltiples llamadas no deseadas.
Las consecuencias de un éxito que Netflix no se esperaba para nada, pero que está llamado a marcar su trayectoria.
Por Maduradas