En estas épocas decembrinas es cuando el sentimentalismo está más cerca que nunca con nuestros seres queridos. Nos rodea un aura de superación y orgullo que es difícil presenciar en otras épocas del año. En esta categoría entra la más reciente cinta de Paramount Pictures, Clifford, el gran perro rojo, dirigida por Walt Becker.
Por alguna mágica razón los problemas se hacen más livianos con el pasar de los días en el constante paso para abrazar el año nuevo que se aproxima.
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También en estas fechas solemos ver muchas películas que nos hacen imaginar una vida de ensueño, rodeados de copos de nieve, el cántico de los villancicos sonando; o aquellas que nos harán creer más en nosotros mismos y crecer a pesar de los obstáculos que puedan presentarse.
¿Qué niño que creció viendo caricaturas no recuerda a este gran canino rojo?
Ese enorme compañero de aventuras siempre acompañado de Emily Elizabeth y de sus mejores amigos Cleo, T-Bone y Mac; sintiendo el cariño de todo el barrio de Harlem y del estado de la Ciudad de Nueva York.
Este personaje no es una creación reciente. Fue en 1963 cuando la editorial Scholastic dio la oportunidad a Norman Bridwell para dar luz a esta peculiar mascota.
La idea del autor proponía que Clifford era el perro más pequeño de su manada, pero desde que Emily lo adopta, no para de crecer hasta que alcanza el tamaño de una casa.
La gente, temerosa de su tamaño, le empieza a tener miedo hasta que poco a poco se acoplan a él y notan que no es un monstruo, sino sólo un cachorro.
‘Clifford, el gran perro rojo’, una mascota que nos enseña a aceptarnos como somos
A lo largo de los años esta historia ha ido adaptándose a nuevos formatos como lo son series animadas, mismas que a pesar de tener muchos años de creación; siguen presentes en la memoria colectiva gracias a que en 2003 renació para llegar a una generación más joven gracias a Discovery Kids. Posteriormente otra historia basada en los personajes llamada Clifford de cachorrito en 2019.
En un viaje de negocios, su mamá tiene que irse a Chicago y la deja a cargo de su irresponsable tío Casey (Jack Whitehall) quien deberá cuidarla por un fin de semana. Pero este familiar evidentemente falla en su misión.
Así, caminando por las enormes calles de Nueva York, se encuentran con una Carpa de adopción para animales abandonados; es ahí donde ve por primera vez a Clifford, un extraño perrito rojo que solo busca hacerse de un dueño que lo ame tanto como su corazón pueda.
Historia del gran perro rojo
Después de que no pueden llevárselo a casa, se darán cuenta de que tiene cierto encanto y Emily sentirá en el perrito un apoyo que no encuentra en otro lado; pero, de una noche a otra, ven a Clifford del tamaño de todo su cuarto y es aquí donde la aventura por las calles de Nueva York dará comienzo. Mientras huirán de un malévolo laboratorio de experimento de animales que quiere dañar a su mascota.
Darby Camp en el papel de Emily Elizabeth conecta bastante bien con su personaje, brinda una aura infantil e inocente, digna de alguien que está en proceso de cambio.
Cabe recordar que esta joven actriz también tuvo participación en otra película navideña de Netflix. Las crónicas de Navidad en su primera y segunda parte.
Al final, Clifford, el gran perro rojo es una película familiar que deja un buen sabor de boca para estas épocas y es ideal para ver con niños pequeños; con una historia sencilla que ayuda a que llegue el mensaje que todos necesitamos y que nos haga considerar hacer más amigos.
Recuerda: No regales mascotas a quienes no se podrán hacer cargo de esta responsabilidad. Además, el filme se suma a una campaña para recaudar alimento para perros que andan en busca de un hogar.