Cruella de Vil no solo es una de las villanas más famosas de todos los tiempos, es una remembranza omnipresente en nuestra memoria que nos sitúa en un abrir y cerrar de ojos en los recovecos de nuestra infancia.
Entre pieles, su tradicional labial rojo y el cabello a dos tonos disímiles, Cruella de Vil se catapultaba a mediados de la década del cincuenta como un gran icono concebido por la escritora y dramaturga Dodie Smith.
Más de medio siglo después, la precuela de 101 dálmatas retratará la historia de la joven Cruella de Vil, en un rodaje interpretado por la actriz estadounidense Emma Stone, que está estipulado que llegue a salas y también a la plataforma de streaming Disney el próximo 28 de mayo.
Y puesto que el primer tráiler nos ha dejado queriendo saber muchísimos más detalles sobre dicho remake, el domingo se ha dado a conocer un segundo adelanto, que en apenas unos sesenta segundos tiene la virtud de sumergirnos en un universo que se debate entre la estética punk de los años setenta y la originalidad de una historia jamás contada.
Mientras el mundo se encontraba inmerso en la entrega de los premios Grammys, Disney se dispuso a enseñar un tráiler en el que la actriz estadounidense reaparece para mostrarnos una multitud de pormenores que consiguen adentrarnos en el rol de Emma Stone como Cruella de Vil.
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"Es un mundo de oportunidades" es la primera frase que le oímos mencionar a Emma en este adelanto, que ahonda en su impetuosa disconformidad con su situación actual, y también entrelaza cómo la futura villana de Disney quiere inmiscuirse por la vertiente del arte mientras hace bosquejos y se la ve decidida con una máquina de coser.
Estos nuevos sesenta segundos que nos ha proporcionado Disney no solo enfatizan sobre la rebeldía apabullante y el lado más creativo de Cruella de Vil, también parecieran revelar reminiscencias notables y, por supuesto, algo más glamurizadas de aquel movimiento punk-rock que se cultivó y vivificó durante la escena de Londres en los años setenta, además de una evidente inclinación que coquetea intensamente con los lineamientos de la diseñadora británica Vivienne Westwood y la locura de Harley Quinn.