Una de las grandes películas que muchos esperaban para este 2020 era Mulán, la adaptación live-action de una muy querida cinta animada de Disney. Desgraciadamente el resultado es un producto soso, aburrido y nada especial.
Con un argumento muy quemado, sin aportar algo nuevo a la ecuación para volcar la atención a temas más actuales ni proponer posturas distintas, Mulán es un filme que parece ser de hace 10 o 15 años atrás. Y es que ni siquiera a nivel técnico se nota los supuestos 200 millones de dólares de su producción.
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Más bien queda a deber en muchos sentidos, con personajes que son muy pocos desarrollados incluyendo a su protagonista, cuya actuación es sumamente básica y no muestra un gran rango de emociones, lo normal que se exige para este tipo de producciones.
Desarrollo
El poder del Chi es uno prohibido para las niñas, ya que éstas solamente deben preocuparse en "cumplir su legado" y casarse con un hombre de bien, con lo cual mantengan el "honor en la familia". Pero Mulán es rebelde, le gusta sentirse libre con su Chi, misma rebeldía que la llevará por una aventura heroica sin precedentes.
…O al menos eso es lo que pretende la película que sintamos. En mi caso sentía que pasaba media hora, otra media hora y otra media hora en que el ritmo no levantaba jamás, volviéndose en cada momento más aburrido, repetitivo, predecible y sobre todo poco creíble.
Ella se enlista con el ejército y milagrosamente nadie se da cuenta que es mujer, algo que es perdonable al ser un filme de fantasía a final de cuentas, pero que también te deja pensando de porqué entonces si vemos a una bruja que se convierte en pájaro y un ave fénix, no está el dragoncito que tan reconocido es de la cinta animada.
Sin embargo, creo que la intención de que sea una producción independiente, que viva fuera del espectro de la obra original, está bien. Así se siente, solamente que igual como largometraje es paupérrimo a la hora de desarrollar un argumento.
Veredicto
Algunos en Estados Unidos debieron pagar 30 dólares para ver Mulán, desde sus casas y a un precio más elevado que ir al cine con todas las de ley.
Y ese precio tan desfachatado no se traduce en secuencias de acción bien logradas, en épicas batallas en que te eriza la piel al ver cómo sufren "los buenos". No, en ningún momento se percibe el peligro y todo se resuelve en espacios cerrados, con muy pocos extras y coreografías para nada sorprendentes.
Mulán es una película más del montón que existen muy malas, siendo justo que muchos digan que es una soberana porquería.
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