AMC, la mayor empresa de cines del mundo, ha anunciado que no programará en sus salas películas de Universal. La razón de esta medida tan drástica son las declaraciones de Jeff Shell, CEO del estudio, acerca del futuro de la industria tras la pandemia de coronavirus, y en concreto sobre una futura primacía del VOD.
Hablando con el Wall Street Journal (vía The Cinema Spot), Shell señaló el caso de Trolls 2: Gira mundial, una película obligada por las circunstancias a estrenarse directamente en vídeo bajo demanda. Desafiando las previsiones, el filme ganó más de 100 millones de dólares gracias al alquiler durante sus primeras tres semanas, lo cual, señaló el CEO de Universal, ha llevado al estudio a replantearse su modelo de negocio: “Tan pronto como los cines vuelvan a abrirse, estrenaremos las películas directamente en los dos formatos”, afirma.
Dado que las ventanas de exhibición son un motivo constante de enfrentamiento entre estudios, plataformas y cines, AMC no se ha tomado nada bien estas palabras. Una carta abierta de su CEO, Adam Aron, anuncia un boicot de la cadena a los estrenos de Universal.
“Los comentarios de Jeff [Shell] acerca de las acciones unilaterales y las intenciones de Universal no nos dejan elección. Así pues, y con efecto inmediato, AMC no proyectará ninguna película de Universal en EE UU, Europa u Oriente medio”, comienza el mensaje, añadiendo que este boicot se extenderá “a toda productora de cine que abandone unilateralmente las prácticas actuales sobre ventanas de exhibición”.
“Con sus comentarios de hoy a la prensa, Universal es el único estudio que plantea un cambio al por mayor sobre el status quo. De ahí esta respuesta inmediata”, remacha AMC. Y añade que está dispuesta a negociar con la productora para negociar “diferentes ventanas de exhibición y diferentes modelos económicos” entre las dos corporaciones.
En estas hostilidades, el arsenal de AMC para perjudicar a Universal (y al resto de estudios que entren en su lista negra) es considerable. El grupo, cuyo accionista mayoritario es la multinacional china Wanda, posee más de 8.600 pantallas en EE UU y 2.200 en Europa. Asimismo, AMC absorbió en 2016 al grupo exhibidor UCI, lo cual la convierte en propietario de la cadena española Cinesa.
De esta manera, futuros estrenos de Universal como Sin tiempo para morir y Fast & Furious 9, que han visto retrasado sus rodajes o sus fechas de estreno debido a la COVID-19, verán seriamente mermadas sus posibilidades de llegar al público y, con ello, sus recaudaciones.
