Al inmiscuirte en una película de terror muchos esperan grandes baldes de sangre, vísceras y jump scares, o esos sustos de ruidos fuertes. En The Lighthouse (El Faro) el terror es distinto, más encarnado en sus protagonistas.
La película que marca la segunda aventura en la gran pantalla para el director y escritor Robert Eggers, es otra excelente manifestación cinematográfica de las mentes nuevas que iluminan el séptimo arte en la actualidad.
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Con su primer obra, The Witch (La Bruja / 2015), ya muchos mirábamos el potencial que tenía para crear atmósferas, plasmar vivencias y los lados débiles de sus personajes ante situaciones de suspenso, lo cual acentúa todavía más en su más reciente filme.
El peso de la narrativa recae en la atmósfera es cierto, al ser una película completamente en blanco y negro y contar con dos barras laterales verticales, como si de un cuadro se tratara. Aún así, los que realmente acarrean con el alma e identidad de la cinta son sus dos actores: Willem Dafoe y Robert Pattinson.
Lo que hacen estos dos es una verdadera maravilla, sobre todo para aquellos que gustan del teatro, ya que cuando interactúan en espacios confinados y bajo una fuerte tormenta salen a relucir sus dotes actorales, al mismo tiempo de desgarrarse y verse crudos ante las cámaras.
Trama
La historia trata sobre estos dos marineros que les encargan de cuidar un faro allá en el año 1890, en una isla desierta y con poca vegetación. Eso sí, con la presencia incómoda y hasta tenebrosa de unas gaviotas poco amigables.
Winslow (Pattinson) es el joven marinero que acepta el trabajo con tal de conseguir un poco más de dinero, siendo el ayudante del farero Wake (Defoe), un hombre cascarrabias que gusta de explotar a su subordinado cargándolo con más tareas de lo habitual.
La relación de ambos irá subiendo de tono a medida que avanza el filme, así como a medida que el clima va empeorando. Los resultados son un viaje a la locura, a mentes afectadas por la soledad y el aislamiento, para un desenlace tan extraño que se quedarán rascándose la cabeza.
Veredicto
La película definitivamente no es para todo tipo de público, al ser confusa y usar cortes abruptos sin demasiada explicación. Sin embargo para aquellos amantes de la cinematografía y el detalle artístico, sin duda es como un caramelo que no dejarán escapar.
Pero para ahondar más sobre el asunto, aquí está el podcast de Echados Viendo Tele, con un análisis y opinión de The Lighthouse: