Boots Riley, ganador del Premio Film Independent Spirit Award al Mejor Primer Largometraje, cerró su discurso con una súplica para prestar atención a la tensión que se desarrolla actualmente en Venezuela.
Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, está bajo presión internacional para levantar las restricciones a los recursos del país.
La presión proviene de las intenciones intervencionistas de Estados Unidos, que buscan apropiarse del poder económico de esta nación.
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La ceremonia interrumpió a Riley antes de que pudiera terminar su discurso, pero el director expresó sus sentimientos detrás del escenario, destaca el medio Indiewire.
“Obviamente la CIA, cada vez que se dirigen a un país para un cambio de 'régimen', te dicen lo mismo. Te dicen lo mismo en Irak, te dicen lo mismo que hicieron en Chile en 1973. Todos dicen: 'Han perdido apoyo, son dictadores. Solo estamos ayudando a la gente. Todo el mundo sabe que eso no es cierto. En este momento, bajo el pretexto de la ayuda humanitaria, están haciendo lo mismo que hicieron los Estados Unidos en Guatemala en los años 80, que fue el lanzamiento de armas a las fuerzas de derecha en América Central a través de lo que llaman 'ayuda humanitaria".
"El pueblo de Venezuela es el que debe decidir quién los gobierna. Estados Unidos ha estado trabajando con las fuerzas de oposición allí durante años", agregó.
Riley continuó discutiendo cómo ese mensaje se conecta con "Sorry to Bother You", una película que no teme acerca de sus sólidos fundamentos políticos.
"Podemos hacer que el poder reaccione a nosotros deteniéndose, organizándonos en el trabajo y teniendo movimientos que utilizan la retención del trabajo como táctica y estrategia para el cambio social. Esas son las cosas que he aprendido y están en la película", finalizó el director de cine independiente.
Venezuela es víctima de las amenazas de injerencia y bloqueo económico por parte del Gobierno de los Estados Unidos, que ha pretendido violar la soberanía del país suramericano, al querer ingresar una supuesta "ayuda humanitaria" sin la autorización del Gobierno.