El goteo de actrices que aseguran haber sido víctimas de Weinstein es constante: Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Ashley Judd, Mira Sorvino, Rosanna Arquette, Cara Delevingne, Kate Beckinsale,…. La primera en denunciar al productor fue Rose McGowan, que abiertamente afirmó haber sido violada por él en 1997 durante el festival de cine de Sundance, algo que ha negado el acusado. La actriz, conocida por la serie televisiva Embrujada y películas como Grindhouse, explicó que no acudió a las autoridades en su momento porque su entorno le dijo que jamás podría ganar.
La también actriz Asia Argento, hija del cineasta italiano Dario Argento, ha revelado ahora que también fue violada por Harvey cuando solo tenía 21 años. Según ha declarado a The New Yorker, el productor la invitó a una fiesta en un hotel cercano a Cannes. Cuando la actriz llegó se encontró que el único asistente era él. Weinstein se puso un bañador y le pidió que le diera un masaje. La joven aceptó a regañadientes, y al poco él le quitó la falda y la forzó a practicar sexo oral. Ante el miedo de que Weinstein terminara con su incipiente carrera, la actriz continuó manteniendo relaciones sexuales con él.
El otrora todopoderoso productor ha sido expulsado de la Academia de Hollywood por su intolerable actuación. Esta decisión marca un importante cambio de rumbo en la institución, que durante años defendió que los logros profesionales estaban separados de los escándalos y, por ello, había rechazado por ejemplo expulsar al cómico Bill Cosby, acusado de abusos sexuales por hasta 60 mujeres.
Sin embargo, la Academia no ha desterrado al realizador franco-polaco Roman Polanski, acusado de abusar de al menos cuatro menores, y tampoco ha reprimido a Mel Gibson, quien en 2006, en estado etílico, profirió unos duros comentarios contra los judíos y en 2010 agredió a su pareja.
El director Woody Allen, sobre el que también pesa la sospecha de haber abusado de su hija adoptiva Dylan, ha afirmado respecto a esta situación que “todo el asunto Harvey Weinstein es muy triste, para todos los implicados”. “Es trágico para las pobres mujeres que se vieron afectadas, y triste para Harvey, cuya vida está tan arruinada”.
Según expertos legales consultados por The Guardian, Harvey Weinstein podría enfrentarse a 25 años de prisión. El productor ingresará en una clínica de Arizona para luchar contra lo que él califica como una adicción al sexo.