Hace unos días se registró un fuerte sismo en Turquía que ha dejado miles de muertos y personas desaparecidas, en medio de esto resurgen extraños cráteres en Turquía que encienden una nueva alarma, ya que en medio de los campos están apareciendo extraños cráteres redondos y con muchos metros de profundidad.
Esto en la provincia de Konya, donde la agricultura de regadío ha disparado todo un fenómeno geológico y que al parecer puede ser totalmente peligroso.
Los expertos ya han dado la voz de alarma. El fenómeno que está afectando a esta zona de Turquía recibe el nombre de «desastre climático». El problema es muy grave porque también empiezan a abrirse cráteres en zonas residenciales, con todas las consecuencias que ello puede tener para los edificios y las personas.
¿Qué son los extraños cráteres en Turquía?
Estos extraños cráteres se llaman dolinas y son un fenómeno geológico, la forma de estos es un círculo perfecto, de paredes verticales, mismos que dan la impresión de que la tierra se ha tragado lo que hubo en la superficie.
Estos cráteres tienen un diámetro de entre 10 y 30 metros, así como una profundidad que puede alcanzar los 30 o 40 metros y suelen aparecer de un día para otro en los cultivos de la extensa llanura de Konya, en Turquía.
A pesar de esto, se sabe que existen muchas más dolinas que están protegidas con alambrado y son invisibles hasta que las personas se acercan a pocos metros del borde.
Todo el fenómeno de las dolinas se debe a que el terreno está formado por roca calcárea con sedimentos que albergan capas freáticas y que pueden derrumbarse si se crea un hueco; arrastrando la tierra hacia abajo.
Hace 2 años, en el distrito de Karapınar (Konya, Turquía) aparecieron unas 330 dolinas, algunas con diámetros de 100 m y profundidad de 40 m.
Fue porque la región sufrió una enorme sequía: el subsuelo kárstico se vació de agua y los techos de muchas cavidades se fueron abajo. pic.twitter.com/SiIJZcikcS
— Nao Casanova (@NaoCasanova) November 21, 2020
La realidad es que las dolinas existen desde hace muchísimos años como la de Meyil, que conserva un lago en el fondo y es un conocido destino turístico.
Las sequías de las últimas décadas, que han hecho bajar el nivel de agua subterránea, han facilitado la formación de estos cráteres, con 14 nuevas dolinas contabilizadas sólo en la primera década de este siglo.
